lunes, 22 de octubre de 2007

De gatos y memoria

A veces siento que no hay mas a donde ir, a veces temo que tu memoria jamás me dejara ser otra cosa que un recuerdo que te muerde y te lastima en tus noches de soledad, en esas noches que tu no has sabido, pero que yo lloraba igual que tu al no poder responderte el por que ya no estaba ahí.

A veces me pregunto si este camino nos lleva algún lado, pero cuando tus ojos asoman por la ventana solo puedo pensar que a donde valla si camino a tu lado, por siempre lo quiero caminar, y a veces mi memoria me pregunta por mi Gatita y por sus besos, por que no hay otra cosa mas hermosa en el mundo que tu bella compañía.

Y no sabes cuantas veces mis recuerdos me engañan y me llevan a ese día, ese día que estuvimos juntos en ese bosque tan verde, tan verde como tus ojos verde-diosa, debajo del árbol que nos ofrecía una sombra como si fuera una pintura, como si fuera una obra de arte que quería preservar tu belleza por toda la eternidad, y con tus pies descalzos acariciando la hierba, bendiciendo al mundo con tus pasos, te acercaste y me abrazaste y te jure que nunca me iba a ir de tu lado

A veces, a veces me levanto a las 3 de la mañana, y me pregunto por que la gente busca puertas, en una ventana yo encontré la felicidad, y a las 3am afuera de tu ventana, de tu ventana cerrada, bajo la lluvia, bajo las estrellas, bajo el silencio de la madrugada me parece oler tu perfume tan sagrado para mi, a veces en esa insoportable soledad de estar tan a solo a unos metros de ti mientras tu estas en otro mundo, en otros sueños, a veces puedo sentir tus besos, y tus manos en mi cabeza, y a veces despierto ahí, soñándote aun mas, soñando despierto con que tu ventana abrirás.